“Llegué a instalarme en la casa de mi abuela y decidí que no me quería ir. Quería vivir aquí, rodeada de naturaleza, sin el ruido de todos los coches… Tenía que buscar la manera de quedarme”,
Conjugoo, un restaurante coctelería donde los ingredientes empleados fueran productos locales, donde hubiese el mismo número de mujeres y hombres trabajando, y donde las jornadas semanales fuesen de 35 horas.
Las ocho preguntas de la Escala FIES son cruciales porque permiten una evaluación detallada y precisa del nivel de inseguridad alimentaria que enfrenta una población.
"En España, hay una inseguridad alimentaria estructural que está invisibilizada, cuyas causas son complejas y variadas y requieren un análisis sistémico; no son causa-efecto". Luis González, director de Ingeniería Técnica y Acción Social España.
Gracias a los programas de mejora de la empleabilidad de Acción contra el Hambre, personas en situación de vulnerabilidad, como Gisela, que llegó a España hace apenas un año, adquieren las herramientas necesarias para desarrollar sus proyectos
La inseguridad alimentaria a menudo se percibe como un problema lejano, asociado con imágenes de países en desarrollo. Sin embargo, esta es una realidad mucho más cercana de lo que pensamos, y afecta a millones de personas en España.