Madrid acoge el XIII Foro Europeo de Acción contra el Hambre por la innovación social y el cambio sistémico
- La Red Europea de Innovación por la Inclusión de Acción contra el Hambre reúne a más de 200 personas en el XIII Foro Europeo sobre Experiencias y Tendencias en Innovación por la Inclusión, celebrado en el Auditorio de la organización humanitaria en Madrid.
- El Foro subrayó que la clave para lograr el cambio sistémico es comprender el ecosistema (actores, relaciones y dinámicas) y fomentar las agendas compartidas entre entidades sociales, administraciones, ciudadanía, universidades y empresas, transformando los retos en oportunidades para las personas más vulnerables
- Casi una decena de personas expertas en innovación social y representantes de empresas e instituciones públicas (españolas y europeas) se han dado cita en el foro para reflexionar y explicar el papel de la innovación social en los cambios sistémicos de territorios y políticas públicas en Europa.
La innovación social puede dar respuesta a desafíos sociales tradicionales, como la exclusión laboral, la pobreza de larga duración, la integración de personas con discapacidad o el desempleo juvenil. Además, aborda retos más recientes, como la situación de los trabajadores pobres, la pobreza infantil y los desafíos planteados por la Inteligencia Artificial.
Europa se encuentra en un punto crucial para la innovación social. Cada año, cientos de iniciativas demuestran cómo se pueden abordar desafíos sociales, desde la exclusión laboral hasta la pobreza de larga duración, gracias a la iniciativa Social Innovation+ del Fondo Social Europeo+, que cuenta con un presupuesto de 197 millones de euros para apoyar proyectos que combinan evidencia y colaboración, buscando cambios sistémicos de largo alcance.
Sin embargo, el periodo 2021-2027 de los presupuestos del FSE+ está llegando a su fin, y es el momento de dar forma a la siguiente etapa y de analizar cómo, desde el lado social, podemos aportar al deseo de Europa de ser más competitiva.
Este es el contexto en que la Red Europea de Innovación por la Inclusión de Acción contra el Hambre ha celebrado el XIII Foro Europeo sobre Experiencias y Tendencias en Innovación por la Inclusión, consolidado como el mayor evento anual de la organización en Europa. Un encuentro que ha tenido lugar en el Auditorio de Acción contra el Hambre en Madrid, y que ha congregado a más de 200 personas entre especialistas, ponentes y representantes de instituciones públicas, asistentes presenciales y seguidores de la emisión en streaming (tanto en inglés como en español), para comprender cómo la innovación social genera cambios sistémicos, tanto en los territorios como en las políticas públicas de todo el continente.
El director de Acción Social e Ingeniería técnica de Acción contra el Hambre, Luis González, ha dado la bienvenida hablando de cómo el objetivo social y económico de la Unión Europea pueden converger en innovaciones sociales que aporten a un cambio sistémico que no está reñido con la mejora de la competitividad económica, y ha dado paso a la sesión “Innovación social hacia cambios sistémicos en Europa”, donde la jefa de la Unidad de Empleo, Capacidades y Políticas Sociales para España y Malta en la Comisión Europea, Patricia Pérez-Gómez Delaunay; la directora general de Diversidad Familiar y Servicios Sociales del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Patricia Bezunartea Barrio, y el subdirector general de la Unidad Administradora del FSE, Ángel María García Fontelo, han abordado la importancia de reconocer y amplificar el impacto de la innovación social en un momento decisivo para el FSE+.
En palabras de Patricia Pérez-Gómez, “las lecciones aprendidas muestran que lo que funciona debe escalarse a través de políticas, no solo de proyectos; los pilotos exitosos no generan transformación sin cambios estructurales como la legislación. Necesitamos la política como asociación, un modelo de bienestar apto para la transformación y una cultura de colaboración entre países y actores, orientada a la resiliencia sistémica frente a futuras crisis mediante su integración en políticas nacionales”.
Patricia Bezunartea Barrio, por su parte, ha incidido en que ya no basta con gestionar bien, sino que “necesitamos estructuras capaces de aprender y acompañar procesos en retos sociales complejos. Tras cinco años trabajando en la desinstitucionalización, hemos experimentado cómo la inversión pública puede transformarse en innovación social, con la diversidad de socios como clave. El Centro de Competencias e Innovación Social es un paso más para hacer de la innovación social una capacidad pública, una herramienta para aprender más y mejor y construir resiliencia colectiva”.
“Tenemos algunos retos que son clásicos: integrar personas con discapacidad, personas migrantes, situación de pobreza o desempleo juvenil, pero aparecen retos más recientes como los trabajadores pobres que no logran subsistir de manera adecuada, el desafío de la pobreza infantil y los derivados de la Inteligencia Artificial, donde la innovación social puede dar una respuesta adecuada”, ha apuntado Ángel María García Fontelo. “La innovación social es importante para dar una respuesta diferente y encontrar una solución definitiva. El FSE en España en el ámbito de la inclusión social concentra el 25% de la inversión en inclusión, dedica el 3% a la lucha contra la privación material y el campo de la garantía infantil, con la obligación de destinar el 5% y estamos en el 12%. Hemos dado importancia a la inclusión social y a los proyectos de innovación social a través de las Comunidades Autónomas”, ha añadido.
Durante el bloque “El objetivo en el cambio sistémico, ¿cerca o lejos?”, Gorka Espiau, director del Agirre Lehendakaria Center (ALC) for Social and Political Studies, ha explicado: "La innovación social con mirada sistémica no puede disociarse de la complejidad de los retos sociales. Cuando enfrentamos problemas sin soluciones inmediatas, estamos introduciendo innovación. Se trata de comprender el ecosistema: identificar actores, relaciones y dinámicas, y trasladar esa visión a los proyectos sociales”. Mientras, el CEO de la compañía Upsocial, Miquel de Paladella, ha señalado que las intervenciones que parecen útiles a veces no funcionan porque en un problema social hay muchos actores con sus propósitos, incentivos, valores y narrativas, etcétera. El iceberg nos ayuda a entender que, más allá de los eventos visibles, existen estructuras como políticas públicas, costumbres e incentivos, y en lo más profundo, modelos mentales —valores, estereotipos y percepciones— que generan el problema.
La última parte del Foro, bajo el título “Innovaciones sociales en el camino hacia el cambio sistémico”, permitió presentar proyectos que están logrando transformaciones significativas. Sara Buesa, directora de Inclusión del Gobierno Vasco, ha abordado los Proyectos Experimentales de Itinerarios Mixtos, una iniciativa que combina formación, acompañamiento y empleo inclusivo para personas en situación de vulnerabilidad, subrayando la importancia de un enfoque integral.
La consultora e investigadora social, socia de Tangente, Judith Sala, por su parte, ha introducido la Plataforma Vidas, que integra datos y servicios sociales para fortalecer la planificación y la eficacia de políticas públicas, mientras que Victoria Bazurto, responsable de investigación y seguimiento de evaluaciones de Territoires Zero Chomeur de Longue Durée, ha compartido los logros de su proyecto pionero para eliminar el desempleo de larga duración en territorios específicos: “Lo que se propone es el empleo adaptado a la persona, a su realidad familiar”, ha señalado.
Por último, el jefe de Innovación en Salud y Social en Althaia, Bartomeu Ayala, ha puesto en valor cómo las agendas compartidas ofrecen soluciones: “Vivimos en un mundo en constante cambio donde los retos globales impactan localmente y exigen espacios compartidos. El modelo actual se queda obsoleto y las nuevas iniciativas, muchas nacidas del tercer sector, emergen como semillas de transformación. En los momentos de tensión surgen oportunidades y las agendas compartidas entre entidades sociales, administraciones, ciudadanía, universidades y empresas ofrecen las soluciones que necesitan las personas más vulnerables, convirtiendo el reto en oportunidad.”.
El XIII Foro Europeo sobre Experiencias y Tendencias en Innovación por la Inclusión ha concluido con un espacio de networking, donde las personas asistentes – profesionales y representantes de instituciones públicas, empresas y miembros de la sociedad civil– han intercambiado experiencias, han explorado nuevas colaboraciones y han consolidado vínculos que permitirán ampliar el impacto de la innovación social en Europa.
Un espacio con enfoque medioambiental
Además de su enfoque en innovación social, el Foro ha medido por primera vez su huella de carbono. Una iniciativa que forma parte de la Estrategia de Medio Ambiente del Departamento de Acción Social de Acción contra el Hambre y tiene como objetivos evaluar y reducir el impacto ambiental de los eventos de la entidad, concienciando a las personas participantes y fomentando prácticas sostenibles.
“Medir nuestra huella de carbono no es solo un ejercicio técnico; es un compromiso con el planeta y con la comunidad para la que trabajamos”, ha explicado la gestora nacional de emprendimiento en Acción contra el Hambre, Ana Isabel Alarcón.
La Red Europea de Innovación por la Inclusión
El XIII Foro Europeo se perfila, así, como un evento anual que pone en el centro el trabajo de la Red Europea de Innovación por la Inclusión, la plataforma que Acción contra el Hambre creó en 2016 y que hoy conecta a más de 540 organizaciones, instituciones públicas, empresas y entidades sociales de más de una docena de países. La jornada de hoy, retransmitida en directo en español y en inglés, permitió que organizaciones, investigadores y responsables públicos europeos se sumaran a la conversación desde diferentes países, reforzando la vocación transnacional y colaborativa que define a la Red.
La misión de la Red es impulsar innovación social útil, práctica y escalable: facilitar el intercambio de conocimiento entre territorios, promover alianzas que permitan experimentar nuevas soluciones y acompañar la ampliación de aquellas que ya están demostrando impacto en la inclusión laboral y social. La Red está cofinanciada por la Unión Europea y el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 en el marco del Programa Estatal de Inclusión Social, Garantía Infantil y Lucha contra la Pobreza.
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