“Un programa único para romper la espiral entre pobreza, desempleo e inseguridad alimentaria en Madrid”
Beatriz Tamayo coordina desde 2023 los programas de investigación en seguridad alimentaria de Acción contra el Hambre en España. Con experiencia en innovación social, Beatriz participa en un proyecto pionero en la Comunidad de Madrid que busca combatir la inseguridad alimentaria desde una mirada integral.
Hablamos con ella sobre este programa piloto que combina inclusión, salud, empleo y tecnología para transformar realidades invisibles.
Beatriz, cuéntanos, ¿qué es exactamente el piloto de innovación social que Acción contra el Hambre lidera en la Comunidad de Madrid?
El programa piloto de innovación social para la empleabilidad y la seguridad alimentaria en la Comunidad de Madrid es una iniciativa pionera que une empleabilidad y seguridad alimentaria, y que está dirigido a personas en situación o riesgo de exclusión social en la comunidad. Su objetivo es fortalecer la protección social de estas personas mediante intervenciones multisectoriales: no se trata solo de buscar empleo, sino de ofrecer conocimientos, actividades y recursos que fomenten hábitos de vida saludables, mejoren habilidades sociales y aumenten las competencias laborales para facilitar la inclusión activa.
Además, desarrollamos herramientas para prevenir y detectar situaciones de inseguridad alimentaria. Queremos que quienes participan no solo accedan a mejores oportunidades, sino también a una vida más digna, saludable y sostenible.
¿Cómo surgió esta iniciativa? ¿Qué necesidad concreta responde?
Los datos hablan por sí solos: entre 2020 y 2021, el 13,3% de los hogares españoles experimentaron algún nivel de inseguridad alimentaria. En la Comunidad de Madrid, hay estudios que estiman esa cifra en un 14,4% (Informe OGDAM, 2020). Y, sin embargo, esta realidad ha sido invisible por mucho tiempo, se ha incluido en la “normalidad”. Sin estadísticas oficiales ni un sistema que monitorice esta problemática con continuidad.
Pero la acumulación de crisis en los últimos años ha hecho aflorar una doble amenaza para las familias: la caída de sus ingresos y el encarecimiento desproporcionado de productos esenciales. En ese contexto, el desempleo, la precariedad laboral y las malas condiciones de vida se convierten en detonantes de inseguridad alimentaria. Las personas más vulnerables ven reducida su capacidad para escoger alimentos adecuados y se ven empujadas a decisiones que dañan su nutrición y calidad de vida, perpetuando una espiral de vulnerabilidad que une pobreza, exclusión social e inseguridad alimentaria.
La idea del “Piloto de innovación social para la empleabilidad y la seguridad alimentaria en la Comunidad de Madrid” nace como respuesta a esta espiral que genera contextos crónicos de exclusión social.
¿Cuál es su propósito a corto y largo plazo?
En lo inmediato, buscamos reducir la desigualdad en la renta y las tasas de pobreza, promoviendo al mismo tiempo la seguridad alimentaria de personas desempleadas en situación o riesgo de exclusión social en la Comunidad de Madrid.
Para ello, planteamos cuatro objetivos específicos: desarrollar un modelo de inserción sociolaboral que integre hábitos de vida saludables, mejorar el acceso a bienes de primera necesidad fomentando una compra saludable, pilotar un modelo predictivo de inseguridad alimentaria con información geográfica y sensibilizar a la comunidad.
A largo plazo, el programa aspira a integrarse en las políticas públicas, contribuir a una reducción estructural de la pobreza, establecer un sistema de alerta temprana ante crisis alimentarias y facilitar la transferencia de conocimientos y recursos entre actores sociales.
¿Y qué lo hace realmente innovador?
Su enfoque integral. En lugar de atacar los problemas por separado, abordamos la relación compleja entre desempleo, pobreza, salud e inseguridad alimentaria desde múltiples ángulos. Aspectos que interaccionan de forma compleja también en contextos de economías desarrolladas. Por eso, combinamos enfoques multisectoriales para potenciar el efecto multiplicador de nuestra intervención
A eso le sumamos tecnología avanzada (machine learning, teledetección o sistemas de información geográfica) para identificar las necesidades y zonas más afectadas, y para optimizar los recursos disponibles. Y le sumamos que es un modelo colaborativo: empoderamos a las personas beneficiarias y trabajamos en red con distintos actores sociales. En definitiva, se trata de un innovador sistema de intervención global con enfoque humano y un fuerte componente predictivo orientado a activar las políticas públicas.
¿Existe algo similar en España o en Europa?
Por suerte seguimos acumulando evidencias sobre la relación que existe entre el empleo y salud y cada vez son más los actores que valoran integrar un enfoque de salud en itinerarios de inserción sociolaboral. Sin embargo, este enfoque combinado —empleabilidad, salud, transferencias monetarias, inteligencia artificial y seguridad alimentaria— no lo hemos visto aún en otros contextos.
Estamos hablando de un piloto único en su género, que, esperamos, se pueda convertir en referente para otras regiones.
¿En qué momento del proceso se encuentra ahora el programa?
Estamos en la fase final de implementación. El próximo 19 de junio presentaremos los resultados en un evento en Madrid, “Datos que alimentan: Seguridad alimentaria en el marco de la protección social”, que servirá también para seguir divulgando y generando conciencia sobre la importancia de la seguridad alimentaria. Tendremos dos mesas de diálogo con entidades e instituciones expertas en la materia.
¿Te lo vas a perder? El próximo 19 de junio, Acción contra el Hambre presentará en Madrid los resultados del programa piloto en el evento “Datos que alimentan: Seguridad alimentaria en el marco de la protección social”, con la participación de expertos nacionales e internacionales. Una cita imprescindible para quienes quieren entender mejor y actuar frente a la inseguridad alimentaria en España. El evento se retransmitirá en directo también.
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¿Qué impacto ha tenido hasta ahora?
En este programa piloto, hemos trabajado directamente con 250 personas desempleadas en situación o riesgo de exclusión social. Además, el programa está generando un sistema de información útil no solo para las personas beneficiarias, también para orientar unas políticas públicas más eficaces en materia de seguridad alimentaria.
El modelo que estamos construyendo es escalable y replicable. Queremos que funcione como una herramienta para la toma de decisiones en todo el país, ayudando a establecer políticas en materia de seguridad alimentaria y nutricional sobre la base de datos recogidos en análisis longitudinales y proyecciones.
¿Quién ha hecho posible este proyecto?
La iniciativa ha sido financiada por la Comunidad de Madrid, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con fondos de la Unión Europea – NextGenerationEU.
