

“Quería dar voz a la ciencia”, el esfuerzo de Andrea para acercar la investigación a todos los públicos
Cada 11 de febrero desde el año 2016 celebramos el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Un día para reflexionar, para reconocer avances y, sobre todo, para recordar que la igualdad de género en el ámbito científico no es solo una demanda social; es un motor de cambio para la sociedad. Este año, bajo el lema "Cerrar la brecha de género en la ciencia: acelerar la acción", seguimos comprometidas con un impulso cada vez mayor que permita a las mujeres acceder y tener oportunidades equitativas en laboratorios, universidades y empresas.
Andrea y su pasión por la divulgación científica: “Quería dar voz a la ciencia”
En Acción contra el Hambre trabajamos para apoyar a las mujeres, para que no solo accedan a la ciencia, sino que se conviertan en líderes de los cambios necesarios para resolver los problemas que enfrenta la sociedad. Una de estas líderes del cambio es Andrea Peralta, doctora en física y emprendedora fundadora de Spin-orbit Communications, una empresa de divulgación científica que nació de su afición personal mientras realizaba la tesis doctoral.
Andrea comenzó a divulgar sobre áreas de la ciencia que consideraba invisibilizadas, como la nanotecnología, con el deseo de dar voz a los grupos de investigación y hacer que sus descubrimientos llegaran a la sociedad.
"Quería hacer algo para los demás. Quería dar voz a la ciencia, dar voz a los grupos de investigación para que ellos mismos pudiesen hacer su propia divulgación y acercarle esta información a la gente", comenta Andrea. Su empresa produce vídeos de divulgación científica, grabando entrevistas en laboratorios y centros de investigación, y luego creando contenidos accesibles para todos los públicos.
Pero, al finalizar su doctorado, Andrea enfrentó la incertidumbre del desempleo. Fue entonces cuando, gracias a un curso de emprendimiento dentro de Garantía Juvenil, surgió la idea de crear su propia empresa. "Casualmente apareció una ayuda de Acción contra el Hambre, y aproveché la oportunidad para hacer un plan de negocio. La organización me ayudó mucho con el plan económico y financiero", relata Andrea.
A través del programa Vives Emprende, Acción contra el Hambre le proporcionó las herramientas necesarias para dar forma a su proyecto: "Me ayudaron a tener una idea mucho más clara sobre cómo trazar mi camino y me apoyaron con nociones básicas en marketing, tarifas y relaciones con los clientes", dice. Hoy, su sueño es estabilizar Spin-orbit Communications como una empresa de referencia en divulgación científica, demostrando que, a veces, lo que empieza como un hobby puede convertirse en un proyecto de vida y empleo.
Y es que el trabajo de Andrea no solo contribuye al conocimiento de toda la sociedad, también alienta a otras mujeres a soñar con grandes proyectos, a demostrar que no hay barreras cuando se tienen las herramientas necesarias. Su camino, como el de otras tantas, refleja que cada vez son más las mujeres que lideran los cambios en la ciencia.
Empoderando a las mujeres para liderar
En Acción contra el Hambre, trabajamos para crear espacios que permitan a las mujeres convertirse en motores de cambio y liderar iniciativas que resuelvan los desafíos más urgentes para sus comunidades.
Para ello, además del acompañamiento y apoyo a mujeres que desarrollamos en los programas internacionales; dentro del territorio nacional, formamos a mujeres en habilidades profesionales y competencias personales y transversales. A través de nuestros programas de empleo y emprendimiento (algunos de ellos dirigidos exclusivamente a mujeres, como las Escuelas de Empleo de Energía Fotovoltaica o de Electromecánica), pretendemos impulsar sus oportunidades laborales, especialmente en sectores históricamente masculinizados.
No se trata solo de sumar mujeres, sino de abrir espacios en sectores donde sus voces han sido históricamente silenciadas. En este sentido, el 60% de las personas participantes en nuestro programa Comunidades de Empleo y Emprendimiento Rural Sostenible para el impulso económico de las zonas rurales (un contexto donde, generalmente, la brecha de género suele ser mayor) son mujeres. En la misma línea que el resto de los programas: alrededor del 65% de participantes en todos nuestros programas son mujeres, aumentando hasta el 68% en el caso de los programas de emprendimiento.