Las buenas prácticas de nuestra Red Europea de Innovación nos inspiran
La incubadora de emprendimiento femenino inclusivo belga She DIDIT y el proyecto italiano Lazzarelle se llevan los premios a mejor iniciativa de emprendimiento inclusivo y mejor proyecto de inserción sociolaboral, respectivamente
Como cada año, la Red Europea de Innovación para la Inclusión liderada por Acción contra el Hambre organiza un llamado de buenas prácticas en busca de proyectos innovadores que inspiren, generen impacto y promuevan la inclusión de colectivos vulnerables. Y, como cada año, las iniciativas ganadoras se preparan para participar y presentar su trabajo en el Foro de Empleo y Emprendimiento Inclusivos.
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¿Qué son las buenas prácticas?
Las buenas prácticas que se buscan y reconocen desde Acción contra el Hambre son todas aquellas iniciativas, métodos y técnicas que las empresas y entidades de nuestra Red aplican para promover de forma innovadora y efectiva la integración sociolaboral de personas vulnerables. Estas dan respuesta a nuevos retos, promueven el cambio social y ayudan a convertir las dificultades en oportunidades laborales y empresariales.
Por eso, cada año hacemos un llamado a las buenas prácticas de nuestros colaboradores en la Red. De entre todos los proyectos presentados se seleccionan dos finalistas y un ganador de cada categoría: emprendimiento inclusivo e inclusión sociolaboral. El premio, que además busca fomentar la creación de redes e inspiración entre las entidades europeas, se traduce en dos viajes de estudio: los finalistas de cada una de las dos categorías, junto a las responsables de coordinación de la Red, viajan con todos los gastos pagados a conocer el proyecto ganador de sus respectivas categorías.
Conoce más sobre nuestra Red de Innovación para la Inclusión y su concurso de buenas prácticas.
El pódium de buenas prácticas en 2024
She DIDIT y Lazzarelle son los dos proyectos vencedores en el llamado a las buenas prácticas de este año 2024.
La iniciativa belga She DIDIT, en la categoría de emprendimiento inclusivo, destacó sobre las otras dos finalistas por su enfoque intercultural en el impulso emprendedor de las mujeres. Este proyecto, nacido en 2018, ha generado un espacio que empodera, apoya y entrena a mujeres de todas las edades y orígenes culturales para que emprendan. Esto lo hace a través de programas de negocios colectivos para jóvenes, una tienda donde comercializa los productos de sus integrantes o iniciativas de préstamos y apoyo económico, así como talleres, conferencias, etc.
Los proyectos finalistas en esta categoría fueron el programa español Merlo, de la Fundación Ronsel, que proporciona apoyo personalizado con enfoque de género a personas gallegas que retornan a la comunidad y quieren emprender; y la iniciativa española Relight, de la organización sociocultural sin ánimo de lucro DRAMBLYS (Social Creativity Lab), que forma a mujeres jóvenes migrantes con el innovador método de aprendizaje basado en escenarios.
Por su parte, el primer premio al proyecto de inclusión sociolaboral fue para el proyecto Lazzarelle, en Nápoles, Italia. Una cooperativa integrada solo por mujeres que nació en 2010 y que comercializa café y chocolate artesanales producidos por mujeres privadas de libertad en el centro penitenciario de Pozzuoli. Esta iniciativa tiene como principal objetivo reducir la revictimización y promover los procesos de inclusión y rehabilitación a través del empleo de personas en situación de marginalidad económica y vulnerabilidad social. Además, Lazzarelle trabaja con productos ecológicos y materiales reciclados.
Los finalistas en la categoría de inclusión sociolaboral fueron el programa de formación para mujeres refugiadas y solicitantes de asilo Odyssea, que capacita a estas mujeres para fomentar su integración en el mercado laboral y en la sociedad griega; y la plataforma online Energy Transition Careers Compass (ETCC) de la Red Europea de Energía para la Juventud, en Bélgica, que capacita a jóvenes, mujeres y personas desempleadas en energías renovables.
La edición anterior
El premio a Mejor Práctica de Emprendimiento Inclusivo en la edición de 2023 fue para el proyecto francés Le Laba, con su iniciativa Creative Invisibles. Entre los proyectos finalistas quedaron HILVANA, de la Fundación San Ezequiel Moreno, y Go Circular, del Centro Italiano para el Aprendizaje Permanente (CIAPE).
La Mejor Práctica de Inserción Sociolaboral fue para la entidad española Red FACIAM (Federación de Asociaciones y Centros de Ayuda a Marginados), por Futuro&Co, destacando sobre el resto de finalistas: International Professionals Finland,con Degree AMPLIFY, y Zabalduz, con Batzen.
Descubre nuestro trabajo con los Proyectos Europeos y la Red Europea de Innovación para la Inclusión durante 2023.
