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Personas agricultores hablando en el huerto. Campo. Acción contra el Hambre. Día Mundial del Medioambiente
Gilberto imparte formaciones y acompañamientos a personas y comunidades interesadas en proyectos de permacultura y producción sostenible. Imagen cedida por Comunidad Organik

Emprender para el futuro: “La sostenibilidad y la soberanía alimentarias son sinónimo de permacultura”

Actualidad
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Vivir de forma sostenible el presente sin poner en peligro el futuro. Agricultura orgánica, bioconstrucción, energías renovables o tratamiento natural de las aguas son solo algunas de las bases de la permacultura, una filosofía de vida que ha llevado a Gilberto, salvadoreño de 37 años, a emprender su proyecto Comunidad Organik en Talavera de la Reina, Toledo.

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Grupo de personas en el campo

De El Salvador a España: el camino hacia la permacultura

El interés de Gilberto en la permacultura nació en El Salvador, entre los surcos de la tierra en su huerto familiar, cuando un producto químico y un pequeño olvido casi acaban en desgracia. “Pero ¿qué estás haciendo? Te estás envenenando tú y estás envenenando a tu familia, fue lo que pensé”, nos cuenta. Desde entonces, recuerda que empezó a investigar y a experimentar con la siembra orgánica, y que su huerto ecológico acabó llevándole hasta la permacultura. “El camino que sé que quiero seguir”. 

Pero emprender en España no ha sido un recorrido sencillo. Hace cinco años, Gilberto llegó con su familia y con más de una década de experiencia en nutrición y proyectos ecológicos a sus espaldas: “Vinimos aquí con un poco de eso que se dice ‘el sueño europeo’. Yo ya había trabajado en proyectos comunitarios, Naciones Unidas y organismos del Estado, como el Ministerio de Agricultura, el de Salud o el de Medioambiente, y estaba muy enfocado en el ámbito de la nutrición desde el origen, pero cuando llegamos nos costó mucho trabajo incorporarnos laboralmente”. 

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Gilberto. Hombre participante en los programas de empleabilidad de Acción contra el Hambre

Ensayo y error

Sin embargo, Gilberto tenía claro su objetivo de vida: “Crear un proyecto comunitario, una especie de eco aldea, un lugar común para aprender y compartir todo, desde la alimentación hasta la cultura. Un cambio de paradigma, vivir bajo los ciclos de la naturaleza”.

Y para ello se formó. Hizo cursos, consiguió una beca para un diplomado relacionado con la permacultura y otra para realizar un máster en Administración de Empresas, participó en varias ediciones del programa Vives Emprende de Acción contra el Hambre en Castilla-La Mancha y logró el segundo premio en el concurso Emprende, Innova, Comparte a nivel regional por su iniciativa social, económica y ambiental, Comunidad Organik.

Todo lo que he hecho me ha ido sirviendo como lección de qué cosas funcionan y qué cosas son las que pueden fallar en un proyecto. Ensayo y error”, explica Gilberto para contar cómo, después de varias experiencias en otras iniciativas, impulsó la Comunidad Organik. Un proyecto que, hasta ahora, ha impartido cursos, apoyado en la reforestación de más de 10 hectáreas y promueve la labor de voluntarios en huertos ecológicos, mientras colabora en el desarrollo de otras iniciativas de permacultura. 

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Agricultores en una formación de permacultura en el campo

“En el futuro me quiero dedicar 100% a cultivar”

Pero el objetivo último de Gilberto y de Comunidad Organik es el de hacerse con un terreno en propiedad donde empezar a cultivar de manera permanente y donde dar forma a esta idea de comunidad sostenible. La documentación y los permisos de residencia han sido algo que, hasta hace poco, complicaron este propósito. 

Ahora ya siento que es el momento de comprar una propiedad y dar vida a la parte más grande de este proyecto. Porque he soñado muchas veces con el futuro de Comunidad Organik, y me encanta imaginarme con personas que comparten estos valores, cosechando, dedicándome al 100% a cultivar y viviendo de manera muy sencilla”, sueña Gilberto. 

Y es que, para este joven emprendedor, la sostenibilidad y la soberanía alimentaria son sinónimo de permacultura. Y la permacultura es mirar hacia el futuro. 

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