

Cinco años de Tarjetas: De respuesta en emergencias a estrategia clave contra la inseguridad alimentaria
En su quinto aniversario, las Tarjetas de Ayuda Solidaria de Acción contra el Hambre celebran su crecimiento. Desde el COVID-19 hasta la DANA, estas tarjetas son una de nuestras herramientas esenciales para combatir la inseguridad alimentaria en España
Cinco años atrás, el mundo se detuvo. La llegada del COVID-19 trastocó nuestras vidas y dejó una profunda huella en nuestras sociedades y economías. En medio de cuarentenas, contagios e incertidumbre, las mal llamadas “colas del hambre” se hicieron cada vez más visibles, y millones de personas, atrapadas por la crisis económica, vieron cómo su acceso a lo más básico se desvaneció. Fue en este contexto de emergencia social cuando Acción contra el Hambre se vio obligada a innovar y adaptarse rápidamente.
Así nacieron las Tarjetas de Ayuda Solidaria. Una respuesta urgente que no solo atendió la crisis provocada por la COVID-19; se convirtió en toda una estrategia para hacer frente a la inseguridad alimentaria en España.
De la emergencia a una solución duradera
Cuando en 2020 comenzó la pandemia, en Acción contra el Hambre España nos vimos obligados a adaptarnos. Detectamos que, al empobrecimiento y precariedad que millones de personas comenzaban a sufrir, se sumaba el cierre de los comedores escolares: muchas familias, antes dependientes de estos comedores, se encontraban de pronto sin recursos para cubrir las necesidades alimentarias de todos sus miembros confinados en casa.
Para dar respuesta a esta desesperación creciente, pusimos en marcha un innovador sistema de transferencias monetarias a través de tarjetas físicas. Una iniciativa que comenzamos a implementar rápidamente durante el confinamiento y que permitió a cientos de personas en situación de vulnerabilidad, participantes en nuestros programas de empleabilidad, acceder a alimentos y productos de primera necesidad sin depender de los tradicionales repartos.
Las Tarjetas de Ayuda Solidaria se convirtieron en una respuesta inmediata para aliviar el sufrimiento en ese momento crítico. Además, esta solución vino acompañada de una gran campaña de captación de fondos. La pandemia también nos forzó a adaptar nuestros programas de apoyo al empleo y emprendimiento, que pasaron a ofrecerse de manera online.

Innovación al servicio de la solidaridad
Sin embargo, lo que comenzó como una respuesta urgente se consolidó rápidamente como eje central de nuestro trabajo en España. En 2021, el programa de las tarjetas se amplió bajo la estrategia de Seguridad Alimentaria para continuar dando respuesta las consecuencias de una pandemia que todavía se dejaba sentir.
El mismo tiempo, el proyecto “Investigación y diseño de itinerarios de inserción sociolaboral con enfoque de vida saludable”, que desarrollamos en colaboración con EPINUT, reveló que un número significativo de las personas en nuestros programas sufrían inseguridad alimentaria, lo que reforzó la necesidad de seguir avanzando en esta iniciativa.
Así, el modelo siguió evolucionando en 2022 y 2023, cuando las tarjetas empezaron a distribuirse dentro de nuestros programas y a actuar como “herramienta palanca” que daba a las personas participantes la posibilidad de centrarse en su búsqueda de empleo durante un periodo concreto de tiempo.
Además, creamos nuevos modelos de tarjetas, tanto físicas como digitales, para mejorar su eficiencia y ampliar su alcance. También colaboramos con Carrefour para facilitar la adquisición de alimentos saludables, lo que permitió a otras entidades usar el sistema y mejorar el acceso a productos de calidad. Esta colaboración, sumada al incremento de financiación, ha ampliado el alcance de las tarjetas.
Respuesta rápida ante emergencias
A finales de 2024, la DANA golpeó la Comunidad Valenciana. Gracias a todo el trabajo previo, pudimos implementar nuestro sistema de tarjetas en un tiempo récord para apoyar a las personas afectadas. Fuimos una de las primeras entidades en desplegar la ayuda económica directa, eliminando la burocracia tradicional y asegurando que las tarjetas pudieran utilizarse tanto en compras online como en comercios físicos, algo que ayuda a impulsar el comercio local y la economía de proximidad y garantiza que el dinero permanezca dentro de las comunidades afectadas.
Más allá de las tarjetas
Las Tarjetas de Ayuda Solidaria han transformado nuestra visión de la ayuda humanitaria. Han permitido a miles de familias superar las mal llamadas "colas del hambre", ofreciéndoles, al mismo tiempo, la libertad de elegir los alimentos que consumen.
Además, dentro de nuestros programas de salud y empleabilidad, las tarjetas también se han convertido en una herramienta crucial para mejorar la integración laboral. Al garantizar el acceso a alimentos de calidad, las personas pueden concentrarse en alcanzar un bienestar físico y emocional que les permita potenciar su desarrollo profesional.
Por eso hoy, cinco años después del nacimiento de estas tarjetas, en Acción contra el Hambre seguimos trabajando como el primer día, comprometidos con erradicar el hambre y la malnutrición. Y, en un contexto como el actual, donde más de 6 millones de personas siguen padeciendo inseguridad alimentaria en nuestro país, y donde la inflación y el costo de vida han empeorado la situación de las familias más vulnerables, cada tarjeta entregada es un paso más hacia un mundo sin hambre.
Las Tarjetas de Ayuda Solidaria son más que una herramienta de supervivencia en emergencias: son un camino hacia la autonomía y la inclusión. En Acción contra el Hambre, creemos que el acceso a una alimentación saludable es un derecho, no un privilegio, y seguiremos trabajando para que cada vez más personas puedan ejercer ese derecho con libertad.
